
España está en riesgo de incumplir ampliamente sus objetivos de déficit público en 2015 y 2016, según las últimas previsiones de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas). De cumplirse ese escenario, los números rojos equivaldrían este año al 5,2% del PIB, frente al 4,2% comprometido, y del 4% en 2016, muy por encima del 2,8% que Bruselas espera.
Son desviaciones de tan gran magnitud que deben hacer reflexionar al Gobierno sobre el alto coste que tendrán los guiños electoralistas, a funcionarios y autonomías, de los recién aprobados Presupuestos. Pero, sobre todo, el Ejecutivo tiene que reconsiderar otros gestos de ese tipo como la devolución de la cobertura sanitaria universal a los inmigrantes ilegales.