
El año 2015 se perfila como un ejercicio paradójico en lo que a salidas a bolsa se refiere, a escala mundial. Las empresas que lanzaron sus OPV a inicios del ejercicio fueron bienvenidas en un contexto de abundante liquidez y ansia inversora. Por ello, el avance medio de estas compañías en el mercado es del 24%.
Sin embargo, la crisis de China frustra las expectativas de los estrenos (especialmente en el propio mercado chino); hasta el punto de que entre mayo y junio se retrasaron más de 30 operaciones, y 2015 es ya el año en el que más OPV se han pospuesto de los últimos 12. Esa estrategia de esperar y ver sólo puede juzgarse adecuada en un contexto en el que la volatilidad domina y los inversores se decantan por las posiciones defensivas.