El peor escenario posible se ha materializado para los fondos mixtos, que combinan renta variable y fija. Los vaivenes de Grecia y, sobre todo, en China han motivado que estos productos cedan un 3,2% en un mes, así como un 5% de media desde abril. Les han golpeado tanto los desplomes de la bolsa como la mala situación que atraviesa el bono.
Pese a todo, y a la espera de la evolución futura de estos productos, la falta de alternativas rentables, ha ayudado a que estos vehículos logren entradas netas superiores a los 1.000 millones en agosto. Pero los inversores no deben perder de vista que equipararlos con los depósitos, como ha hecho la industria, supone un error, en la medida en que, como el mercado ha demostrado, entrañan riesgos muy superiores.