El tercer rescate de Grecia se encuentra a las puertas. Es cierto que ninguna negociación con el país heleno resulta fácil y, a la espera del Eurogrupo del viernes, Bruselas rebaja expectativas al asegurar que sólo hay un acuerdo "técnico" y aún baraja conceder un crédito puente para que el país haga frente a su vencimiento del día 20.
Conviene, además, no minusvalorar escollos como las reticencias de Alemania o Finlandia, y la oposición que el primer ministro Tsipras enfrenta en su propio partido. Sin embargo, debe reconocerse que Atenas se ha esforzado por evitar más desafíos inútiles, como el referéndum de julio, y propiciar el acercamiento que hará posible activar el rescate que Grecia, de nuevo azotada por la recesión, necesita.