Editoriales

China, todavía en la encrucijada

La renta variable china pasa del más desatado pánico a una cierta euforia que permite su revalorización. De hecho, el Shanghai Composite, el índice de referencia en el mercado del gigante asiático, ha conseguido recuperar en tan sólo dos sesiones un 7,29%. Es un cambio de signo notable en un indicador que, en el último mes y medio, acumula una corrección del 24%, en cuyo transcurso se han producido desplomes históricos, como el que llegó al 8% el pasado día 27.

Desde entonces, Pekín ha movido ficha con objeto de frenar los rumores sobre el rápido enfriamiento que está sufriendo la segunda economía mundial y poner freno a los descensos bursátiles. El Gobierno contradecía así de forma clara sus propios argumentos acerca de la "nueva normalidad" que suponía un PIB creciendo en torno al 7%.

Sin embargo, los movimientos de Pekín están surtiendo efecto: la expectativa de una reordenación de las empresas estatales de transporte marítimo bastó para que ayer el Composite creciera casi un 5%, su mayor alza en un mes. Esa reordenación se suma al plan de inversiones, por valor de 150.000 millones de euros, para los próximos tres años que el Ejecutivo anunció recientemente.

Está por demostrarse, con todo, el alcance real que tendrán estas intervenciones gubernamentales. En 2009, la puesta en marcha de otro macroprograma de estímulos, superior al actual, provocó un desbocamiento del nivel de deuda que todavía lastra al país. Por otro lado, existe un factor externo de influencia decisiva, fuera del control de Pekín, como es el inicio de las subidas de tipos en EEUU, quizá en septiembre. Pekín continúa aún, por tanto, en una encrucijada.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky