En un caso plagado de anomalías, como ha sido la liquidación de Banco Madrid, una de las más llamativas afecta a Interdin, la agencia de valores de la entidad intervenida. Los administradores concursales se empecinaron en incluir a la fuerza a los clientes del broker en el proceso concursal. El corralito fue tan férreo que la CNMV sólo pudo sortearlo declarando insolvente a Interdin y propiciando la intervención del Fondo de Garantía de Inversiones.
Es razonable, por tanto, que la CNMV se plantee ahora sancionar a los administradores de Banco Madrid, quienes son los responsables de que fuera necesario recurrir a una medida extrema para que los inversores accedieran a su dinero y que aún se obstinan en mantener bloqueada la cuenta de aquellos en la entidad.
