
Los fabricantes de tabaco ilegal burlan la ley. El aumento de controles en las fronteras para evitar el contrabando ha llevado a sus productores a cambiar la estrategia: ya no se trae de fuera, sino que se fabrica en España. Sólo en año y medio se han desmantelado cuatro plantas y varias naves en Coslada (Madrid), Vitoria, Talavera (Toledo) y Sevilla con capacidad de producir más de 3 millones de cigarrillos a la semana.
Además, por primera vez el contrabando superaría la barrera del 12% a nivel nacional. Las cifras son preocupantes y obligan al Gobierno a tomarse en serio un problema que no sólo es un riesgo para la salud por la falta de controles; también supone un agujero para las arcas del Estado de más de 1.000 millones.