El riesgo que corre la zona del euro en caso de no conducir con firmeza la negociación con Grecia se hizo ayer patente. En vísperas de una crucial reunión del Eurogrupo, a apenas dos semanas de que expire el rescate heleno, el ministro irlandés Conveney alzó la voz con el objeto de reclamar para su país toda concesión que se haga a Atenas. Dublín tiene plena autoridad moral, tras ser el primer país del euro rescatado y el primero también en volver a financiarse sin tutelas, tras reestructurar su deuda y reformar su sector público y bancario. Ése es el camino que debe seguir Atenas; si la zona del euro abre atajos, tendrá que hacerlo también para otros países, incluida España. Ante ese devastador efecto contagio, incluso una salida del euro de Grecia sería preferible.