Pasada la resaca de la victoria electoral, Syriza da muestras de que actuará con sensatez para evitar la salida de Grecia del euro. El nuevo Ejecutivo de Alexis Tsipras asegura que trabajará para cumplir el objetivo de déficit de Grecia, una decisión que abre la puerta a la continuidad de los ajustes, necesarios para mantener el equilibrio presupuestario del país. A cambio, el Gobierno de Syriza sigue abogando por una renegociación de la deuda. Tsipras aún tiene que aclarar en qué términos, para despejar la incertidumbre que provocó una caída del 9,24 por ciento en la bolsa griega ayer. Sin embargo, a pesar de este castigo de los mercados, si Grecia se compromete a proseguir las reformas, una reestructuración razonable de su pasivo (que no pase por una quita) es factible.