Deloitte demuestra de nuevo no estar a la altura que se requiere para figurar entre las Big Four (las cuatro grandes auditoras). No lo ha estado en el caso de las tarjetas opacas de Bankia ni en la salida de la entidad a bolsa.
Ahora su cuestionable proceder como administrador concursal complica la liquidación de empresas estratégicas en Andalucía como Isofotón y Merkamueble. Dieciocho meses después de presentar el concurso, la auditora sólo ha conseguido enfangar el proceso de venta de activos para saldar deuda.
Además, en el caso de Merkamueble, el solapamiento de roles de Deloitte (administrador de la matriz, auditor de filiales), sin ser ilegal, es poco ético y resta transparencia al proceso, más cuando su profesionalidad está siendo cuestionada.