La nueva ayuda para desempleados de larga duración se encuentra perfilada casi por completo para su aprobación el lunes. En el camino de la negociación entre Gobierno y agentes sociales, el subsidio ha experimentado varios recortes. Los casi 500 euros mensuales que reclamaban los sindicatos quedan en 426 euros. Además, su periodo de percepción, lejos de extenderse hasta que el paro baje del 20 por ciento, se reduce a 6 meses desde enero de 2015. La última restricción de su cobro a mayores de 45 años es comprensible también cuando el propósito es crear una ayuda necesaria para casos críticos y no subsidiar una situación de desempleo. La posibilidad de que pueda compaginarse con un sueldo contribuirá a la búsqueda activa de un puesto de trabajo.