Cataluña demandó esta semana al Estado más de 2.000 millones para conseguir cuadrar sus Presupuestos de 2015. Pero ya antes el Ministerio de Hacienda había recibido una solicitud similar de la Comunidad Valenciana. La autonomía que preside Alberto Fabra solicitó al Gobierno central 1.258 millones de euros para cubrir su propio desfase. Son muchas las semejanzas, pues en ambos casos se trata de comunidades que se nutren del FLA e incumplen sistemáticamente los objetivos de déficit. Además, dan por cerrados los ajustes de gasto y aún exigen más de la caja común, mientras se permiten promesas electoralistas como, en el caso valenciano, reabrir la televisión pública. Es hora de que Hacienda imponga disciplina presupuestaria ante unas conductas intolerables.