El estancamiento de la zona del euro ha dejado de ser una predicción para convertirse en una realidad que se siente en un ámbito clave: la distribución. El retail, que aporta por sí solo 15 puntos porcentuales al PIB europeo, sufre la caída del consumo que está detrás del parón económico y de la deflación. Hasta el punto de que el sector recorta ya en un 14% sus estimaciones de beneficio para el año que viene, mientras arrastra una mengua de 16 puntos en este ejercicio. No en vano la pasividad tiene visos de que será también norma en 2015 para las autoridades europeas. Todo apunta a que Alemania aún frenará cualquier estímulo fiscal que no sean inversiones en su territorio, mientras el BCE sigue sin precisar sus estrategias.