Agosto es siempre un mal mes para el empleo porque terminan muchas contrataciones de temporada. Este año no ha sido la excepción. El paro registrado se incrementa ligeramente en 8.070 personas, aunque en términos desestacionalizados se sigue reduciendo. Parece que la destrucción de empleo se ha frenado, pero preocupa que el mercado laboral no se recuperes como debiera.
Los registros de Seguridad Social (históricos y desestacionalizados) vuelven a caer. Lo peor se concentra en la agricultura y en la industria, donde no emerge ningún sector que tire de la recuperación. El empleo nuevo se crea en los servicios y es temporal. Un resultado el de este mes de agosto acorde con el crecimiento rodeado de incógnitas de la economía.