El veto de Rusia a las importaciones agrícolas europeas no es la única consecuencia del conflicto de Ucrania. La crisis tiene efectos colaterales en otros sectores. Entre los damnificados, el sector del lujo destinatario de las inversiones de los turistas rusos. La debilidad del rublo y la inestabilidad política entre ambos países está frenando a Rusia como país emisor de visitantes, lo que pone en peligro el crecimiento de la industria de los productos premium dentro y fuera de España. En el primer semestre de 2014 el número de turistas rusos que han llegado al país ha caído un 4,5% y las previsiones para la temporada de verano no son alentadoras. Un contratiempo que pone en jaque a uno de los sectores que más tira de la economía.