Montoro ya ha tomado una decisión. Tal y como adelantó elEconomista, el ministro de Hacienda pondrá el tope a la tributación de la indemnización por despido en 180.000 euros. De esta forma, se unifica toda España al sistema del País Vasco y Navarra. La medida se aprobará presumiblemente este viernes junto con el resto de la reforma fiscal. Montoro acalla así las críticas de la patronal, sindicatos e incluso de sus propios barones, reacios a tomar una media impopular en víspera de elecciones. No obstante, esta actuación, que nos coloca al mismo nivel que el resto de Europa, no es sino una manera indirecta de abaratar el despido que el Gobierno no se ha atrevido a acometer directamente en su reforma laboral, a pesar de las recomendaciones de Bruselas y el FMI.