Jenaro García, suma y sigue... escándalos. Desde que se destapó la crisis de la empresa wifi, el empresario modelo hecho a sí mismo no ha dejado de dar sorpresas que ponen de manifiesto que la realidad supera la ficción. Ahora se ha sabido que García pagó 300 euros a una empleada de hogar por ser su testaferro. Tampoco tuvo ningún pudor para crear una red de empresas pantallas e inflar sus ingresos. Pero, ¿dónde estaba BME? En un escándalo donde todos miran hacia otro lado, la CNMV investiga la actuación de Bolsas y Mercados Españoles, que es quien gobierna el buen funcionamiento del MAB. Es necesario llegar hasta el fondo del asunto. No hacerlo pone en peligro la financiación de las pequeñas y medianas empresas.