En los periodos previos a las elecciones -en mayo de 2015 hay autonómicas y locales- se ponen de moda las inauguraciones de infraestructuras que ayuden a ganar votos y eso se nota en el repunte del gasto en obra pública. La licitación de las administraciones se ha duplicado en los cuatro primeros meses de 2014 hasta los 4.437,1 millones, más del doble que en el mismo periodo de 2013. A la cabeza de estos aumentos se encuentra el Gobierno central, que también tiene elecciones a finales de 2015. Este crecimiento da un respiro a las constructoras que prevén un 2014 más optimista después de cuatro años de recortes. Sin embargo, no se deben reeditar los errores del pasado, invertir en obras económicamente rentables y evitar el despilfarro.