La bajada de tipos al BCE contribuirá a que los depósitos, que están en su nivel más bajo, sigan así durante mucho tiempo o bajen más. Para los pequeños ahorradores es una mala noticia, pues ni siquiera tienen la alternativa de las letras del Tesoro, también en mínimos. Sin embargo, es un alivio para los bancos que necesitan equilibrar en sus balances el peso de depósitos y créditos para mejorar su rentabilidad. Ahora el depósito a un año para las familias se sitúa en el 0,96 por ciento y para el conjunto de nuevas imposiciones, en el 1,13 por ciento. Estos bajos niveles de rentabilidad son los que están impulsando a muchos ahorradores a estrenarse en bolsa, donde encuentran refugio para sus inversiones. Un fenómeno que en buena medida explica el alza del mercado.