La rebaja de comisiones que ultima la UE para que se pague menos por el uso de las tarjetas de crédito corporativas ha causado malestar en las entidades financieras que se sienten muy perjudicadas. Se quiere reducir del 1,5% al 0,3% las tarifas interbancarias para abaratar la tasa que abonan los comerciantes al banco. Con la rebaja que planea Bruselas, las entidades estiman que perderían 645 millones y, a través de un estudio encargado por Mastercard, realizan la velada amenaza de que para compensarlo podrían subir el coste anual que las pymes pagan por la tarjeta. Las entidades no quieren ver que con la rebaja de comisiones aumentará el uso de las tarjetas y también se espoleará la competencia entre los bancos para beneficio de las pymes.