La CNMC avala el recorte de las primas a las renovables de 1.710 millones para 2014. El impacto de la decisión varía "acusadamente entre tecnologías y entre instalaciones tipo". En el caso de la energía hidráulica es obvio que pierda ayudas debido a su antigüedad que hace que la mayoría de sus instalaciones estén amortizadas. En cambio contrasta la diferencia entre el recorte a la eólica, que en su día fue la gran apuesta energética, con el trato bastante favorable que obtiene la termosolar. Con el tiempo habrá que revisar la cogeneración y el tratamiento de residuos que, aunque minoritarios, se ven muy afectados por la supresión de ayudas. Aun con matices era necesario imponer orden en el caos de primas, que había generado abusos y un importante déficit que había que atajar.