La Unión Europea ha alcanzado el acuerdo sobre el mecanismo de resolución de entidades financieras, el segundo pilar de la unión monetaria tras el Mecanismo Único de Supervisión (MUS). Ahora sólo falta el tercer pilar: un sistema único de garantía de depósitos. Y también la UE está pendiente en este aspecto como en los anteriores del beneplácito de Alemania. La unión monetaria implica cesión de poder y eso conforma el núcleo duro de todas las discusiones y retrasos que se están produciendo. La cuestión es que si no se producen concesiones en este sentido se conseguirá una unión más aparente que real, porque la clave es que haya una autoridad con poder financiero para romper definitivamente la dependencia entre los bancos y los Estados.