Los empresarios españoles se suman a esa oleada de optimismo que invade nuestro país. Y lo hacen con una cifra redonda (329.000 empleos nuevos en dos años) que puede parecer insuficiente en un país con casi seis millones de parados. Pero la sola idea de crear empleo supone un punto de inflexión que ni los más agoreros pueden negar. Estamos mejor que hace un año (¡hasta hemos salido del pelotón de los torpes!) y 2014, dicen los empresarios, se cerrará con una creación neta de empleo en el entorno de las 110.000 personas. No va a ser un camino de rosas, y habrá que vigilar la calidad del empleo que se genera, pero es un paso adelante. Sin caer en la autocomplacencia, todo indica que las reformas van en la dirección adecuada.