La prescripción amenaza al caso Blesa y con ello que se investigue a fondo por qué se hundió Caja Madrid. La instrucción del juez Elpidio Silva tenía dos vertientes: el crédito de 26 millones a Gerardo Díaz Ferrán y la compra del City Bank of Florida. La Fiscalía recurrió, consiguió anular la causa por el crédito y ya da el asunto por prescrito.
Sólo queda la posibilidad de que se estime que hay un delito continuado -los correos de Blesa demuestran que era una práctica habitual conceder créditos a amigos y allegados sin control- para proseguir la investigación. La Fiscalía debe defender el interés público, pero las presiones desde el Ministerio de Justicia se dejan sentir para evitar que quienes propiciaron el descalabro de la caja no respondan por ello. Gallardón debe dimitir.