El valor bursátil de las cajas de ahorro en el verano de 2007 sumaba 49.000 millones. Transcurridos seis años la capitalización se ha reducido hasta 19.171 millones, después de perder por el camino el 43% de sus participaciones industriales. Sólo La Caixa puede presumir de haber mantenido su pequeño de imperio de participadas. La imposición de Bruselas de vender activos para sanear los balances de las entidades rescatadas tiene mucho que ver en este proceso de desvanecimiento en el parqué, pero la realidad es que se trata de una lenta decadencia que se acentuará con el paso del tiempo. El cambio de ciclo conlleva un modelo de negocio distinto, alejado de las participaciones industriales y centrado en la actividad tradicional.