La Comunidad de Madrid espera como agua de mayo un nuevo modelo de financiación autonómica que le resulte más beneficioso. Mientras llega, en teoría antes del 1 de enero, quiere aprovechar la relajación de la prima para emitir deuda por valor de 690 millones. Los argumentos que esgrime son sólidos: cumplió con el 0,7% de déficit fijado y en mayo aprovechó la coyuntura para colocar con éxito toda su deuda. La elevación del techo hasta el 1,07% supone una nueva ventana que quiere aprovechar para financiarse. Pero para ello necesita de la aprobación de Cristóbal Montoro, que todavía no ha recibido. El ministro no sólo debe ofrecer su respaldo, sino hacerlo con premura para que Madrid pueda conseguir una financiación asequible.