El Ministerio de Trabajo ha tomado el relevo al de Hacienda para intentar acotar el fraude en el empleo del sector turístico. Tras la campaña desarrollada este año en las Fallas de Valencia y la Feria de Abril por Cristóbal Montoro, el departamento que dirige Fátima Báñez ha enviado a 300 inspectores a recorrer el litoral español para controlar hoteles, restaurantes y bares, sectores proclives a cometer irregularidades en materia de contratación temporal.
Está claro que la vigilancia estival no va a acabar con esta modalidad de fraude, pero el efecto sorpresa y las sanciones que contempla la ley, entre 626 y 6.250 euros, sí pueden contribuir a meter el miedo en el cuerpo a aquellos empresarios que utilizan el galopante paro en beneficio propio.