Tras meses de rumores, al fin se han despejado las incertidumbres que había sobre Barclays. El test de la Autoridad de Regulación Prudencial británica ha puesto al descubierto un agujero de 12.800 millones de libras. Esta situación fuerza al banco a una ampliación de capital mucho mayor de los esperado por La City.
En total, 5.800 millones en acciones preferentes y 2.000 millones adicionales en bonos convertibles de la entidad. A pesar de ser una de las pocas entidades británicas que no ha recibido ayudas, el endurecimiento de los requisitos de capital ha abocado a Barclays a esta situación, que puede poner en peligro a su rama financiera. Un ejemplo que demuestra que más allá de las entidades españolas hay más focos de infección que se deben controlar.
