La caída del consumo está animando la competencia en un mercado, como el de hidrocarburos, con muchas rigideces. Repsol ha desarrollado un experimento piloto de estaciones low cost, para hacer frente a las cooperativas y centros comerciales. Bajo la marca Campsa Express funcionan 12 gasolineras gestionadas con equipamiento técnico y ofrecen carburante por unos 8 céntimos el litro. Estas actuaciones, junto a la decisión de bajar el combustible los viernes, pueden desatar una guerra de precios, que beneficiaría a los usuarios poco acostumbrados a las caídas del precio. Una buena decisión para un mercado aun muy cerrado, en el que suscita recelos el hecho de que las subidas del crudo se trasladen a precios más rápido que las bajadas.