El tercer plan de pago a proveedores no alcanza para cubrir este año ni la mitad de las facturas pendientes todavía del año pasado. De los 19.350 millones de impagados que contempla, el primer tramo sólo se saldará con 8.200 millones y, además, Hacienda no empezará a librarlos hasta final de año. Se va a dar prioridad a los ayuntamientos, que cobrarán 3.000 millones y luego a las CCAA. Una buena parte del sector privado tendrá que esperar hasta el próximo año. Se comprende la indignación, de momento sorda, que han sentido las empresas de construcción, contratas, prestadoras de servicios o proveedoras sanitarias al tener conocimiento de la nueva demora.
Los retrasos en el pago de las administraciones se encuentran en el origen de sus dificultades de tesorería y están cansadas de seguir financiando por esta vía al sector público. Uno de los sectores más castigados por la morosidad pública es el sanitario, que acumula impagos por encima de los 7.000 millones. En concreto la industria farmacéutica tiene pendientes 3.530 millones por medicamentos hospitalarios. Las farmacéuticas se están planteando canalizar inversiones fuera de España y ya han comenzado a aumentar sus ventas al exterior para intentar compensar los problemas en el interior.
Las empresas de servicios han tenido que acometer sucesivos ajustes de personal y reducciones salariales, que no llegan a tener efecto por las nuevas demoras en el pago. Cristóbal Montoro, que se comprometió a reducir a 30 días el plazo de pago de las Administraciones Públicas a finales de este año, no podrá cumplir su promesa. Es más, en 2014 seguirá habiendo facturas pendientes de pago de 2012 y las empresas seguirán financiando a la administración.
