La sensación de vivir en una bolsa de corrupción es el efecto que causan sobre la opinión pública más de 300 casos y más de 1.200 millones perdidos por esta vía. Es positivo que estos casos se vayan conociendo y se juzgue a todos aquellos que han abusado de su posición política y económica. Lo negativo es la imagen nefasta que transmite y el daño que produce en las instituciones. No es la primera vez que en la historia de España se plantea la necesidad de una regeneración. Una ley de partidos que los democratice; hacer que la ley de transparencia, cuando se apruebe, se aplique realmente, y un pacto entre los grupos políticos para lograrlo, son las condiciones mínimas para que los ciudadanos recuperen la confianza en las instituciones manchadas por la corrupción.
