Editoriales

Editorial: Paro, buen dato pero con matices

Las cifras de paro (98.265 desempleados menos) y de afiliación a la Seguridad Social (134.660 ocupados más) son un buen dato, que augura una temporada veraniega más favorable para el mercado laboral que la del año pasado. De ahí a decir que este resultado junto con los de abril y marzo marcan una tendencia es hacerse trampas en el solitario, a pesar de la necesidad que todos tenemos de buenas noticias al respecto. Peca de exceso de optimismo Mariano Rajoy al ligar estos datos al éxito de su política económica y corre el riesgo innecesario de que, a partir del mes de agosto, las estadísticas laborales contradigan sus palabras.

Ciertamente vamos a acabar el año mejor de lo que empezamos, aunque sin crecimiento para poder crear empleo y reducir el paro. La bonanza de mayo y, posiblemente, la que seguirá en junio y julio, encierra un componente altamente estacional. La contratación indefinida está en su nivel más bajo y casi la mitad del incremento de afiliaciones proviene de la hostelería. También son temporales los nuevos empleos en agricultura, por la cosecha del verano, y los de la construcción.

Además el paro baja más en las CCAA más turísticas, lo que pronostica que esta industria sigue resistiendo la crisis con bastante fortaleza. El Gobierno no debe caer en la complacencia y aprovechar esta mejoría temporal del empleo para profundizar en la reforma laboral e impulsar la ley de mercado único. La dualidad sigue siendo un problema capital que establece verdaderas murallas chinas entre los trabajadores con empleo y los más de 6 millones que lo han perdido. La implantación de un contrato único y políticas activas, que mejoren la preparación y el acceso al trabajo son soluciones aún por ensayar que el Gobierno no debe desdeñar.

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