Hace poco menos de un año Miguel Blesa sacaba pecho en el Congreso de los Diputados defendiendo su gestión al frente de Caja Madrid. Ayer el juez Elpidio José Silva decretaba su encarcelamiento, eludible bajo fianza de 2,5 millones de euros, y calificaba su gestión al frente de la entidad de aberrante y pésima. La investigación ha detectado irregularidades en la compra del Citi National Bank of Florida con indicios de administración desleal, blanqueo de capitales y apropiación indebida. ¿Cuál era la intención de Blesa al dirigir el dinero hacia un paraíso fiscal?
Blesa es el primer banquero en esta crisis que va a la cárcel. Hay otros 90 que están siendo investigados por la justicia. Lo cierto es que Blesa, que llegó a la presidencia de Caja Madrid aupado por el PP y CCOO sin ser elegido por unanimidad como hasta entonces había sucedido, se encontró una institución en perfectas condiciones y la dejó hecha una ruina.
elEconomista denunció desde el primer momento el cúmulo evidente de irregularidades, que finalmente han conducido a Blesa a prisión. No podíamos mirar para otro lado mientras se ponía en riesgo a Caja Madrid por culpa de unos gestores -secundados por los políticos que hicieron de las cajas su cortijo- que no merecen tal nombre y han sido una lacra para el sector.
Hoy nos alegramos de que funcione la Justicia que, aunque lenta, siempre llega. Se nos acusó de chantajistas por denunciar lo que hoy es evidente; se nos vetó en las ruedas de prensa, y se retiró todo tipo de apoyo de Caja Madrid a este medio. Hoy celebramos el triunfo de la libertad de información y de la justicia, que hace que Blesa pague con la cárcel sus numerosos desmanes y el abuso que hizo de su cargo en beneficio propio.
