La facturación por juegos de azar como la lotería primitiva, el euromillón o las quinielas cayó un 10% en los primeros meses del año. También el sorteo de El Niño, el segundo más importante del año, redujo ventas un 12%. Esto datos reflejan que se ha duplicado la caída del negocio de Loterías y Apuestas del Estado (LAE) con respecto a 2012 y la causa parece clara: el nuevo impuesto que grava un 20% los premios de más de 2.500 euros. Loterías siempre fue un buen caladero de ingresos para las arcas del Estado, pero el ministro Montoro ha decidido explotarlo hasta su agotamiento con este nuevo impuesto. Hacienda debe dar marcha atrás y suprimir un tributo ineficaz que resta ingresos a las arcas del Estado.