Montoro estrenó su mandato con una subida de impuestos y sigue. Planea aumentar entre un 8 y un 10 por ciento la tributación de las bebidas espirituosas. Mientras recorta gasto en sanidad, educación, dependencia o inversión y se resiste a la reforma fiscal o del sector público, el titular de Hacienda azuza la política fiscal contra el crecimiento y el empleo.
La hostelería, que acusó con cierre de negocios la subida del IVA, teme que el nuevo incremento tributario acabe con 35.000 puestos de trabajo. Montoro no parará mientras Rajoy le deje hacer, pero se equivoca y los ingresos no van a mejorar . Tal vez desconoce que llegado a un determinado punto las subidas fiscales dejan de tener efecto, contraen la recaudación y afectan negativamente a la economía.