La falta de atractivo de los depósitos a plazo fijo, con una rentabilidad media del 1,87% desde enero, la más baja desde que comenzó la crisis, ha provocado una interesante batalla por la liquidez a corto plazo. Mientras Santander ofrece una cuenta a la vista remunerada con el 1,25%, Popular se ha decantado por comercializar pagarés a un mes con un interés del 1,5%. Los vencimientos cortos ofrecen al ahorrador la posibilidad de reinvertir sus ahorros para lograr un rendimiento adicional, pero el panorama puede cambiar en breve plazo. Si prosigue la distensión de la prima de riesgo y el BCE rebaja los tipos de interés, tal y como se espera, los depósitos a plazo fijo pueden recuperar la lozanía perdida y convertirse en opción razonable.