Luis de Guindos acierta al revisar el cuadro macro para este año. La caída del PIB será más intensa de lo establecido -un 0,5%- y posiblemente triplicará la previsión. El Ejecutivo aúna sus estimaciones a las de la mayoría de los economistas -caída del 1,5%- y acentúa la necesidad de impulsar el crecimiento, en línea con el llamamiento a suavizar la austeridad que pide el presidente de la Comisión Europea. Para no desequilibrar las cuentas la bajada tan intensa del crecimiento sólo se puede compensar con una rebaja sustancial de la financiación. Para ello, la prima debería de situarse entre 200 y 250 puntos. Un descenso que podría favorecer Alemania, si quiere alentar su exportaciones antes de las elecciones de septiembre.