El FMI denunció ayer que el crédito no fluye en España porque los bancos "no prestan si no se les va a devolver su dinero". La desconfianza hacia las empresas no financieras se debe a que su deuda asciende al 180% del PIB. El problema es similar en Italia y Portugal y el Fondo receta reducir el apalancamiento de las empresas, pues existe el riesgo de que la economía mundial sufra una crisis financiera crónica. El FMI aconseja una reestructuración del sector corporativo, que implica reducir costes operativos, recortar dividendos y gastos de capital. Con su mensaje pesimista de esta reunión de primavera, el Fondo urge a los países a que actúen para evitar que, como dice el presidente del Banco Central de Alemania, tardemos una década en superar la crisis.