El saldo del ahorro financiero de las familias será negativo en 2012 en más de 6.640 millones, debido a que los reembolsos superaron a las aportaciones. La causa principal estriba en el descenso de la capacidad de ahorro por la caída de ingresos, unida a la prioridad que se da a la reducción y cancelación de préstamos. Esta tendencia contribuye a bajar el nivel de endeudamiento privado, uno de los graves problemas que había al inicio de la crisis. Pero también tiene consecuencias muy negativas. La diferencia entre aportaciones a planes de pensiones y rescates se saldó con tan sólo 58 millones a favor de los primeros. Estos datos prueban que el sector privado ha hecho su trabajo para salir de la crisis, mientras que al sector público aún le quedan muchas reformas por hacer.