Una vez que se ha conocido el ajuste laboral en las cajas nacionalizadas, las tres que pertenecen al segundo grupo, BMN, Caja3 y España-Duero, plantearán sus planes de reestructuración. Desde el Ministerio de Economía se ha transmitido a los gestores de estas entidades que apliquen la reforma laboral, que regula indemnizaciones de 20 días por año trabajado con un máximo de 12 mensualidades. La comunicación desconcierta a estas cajas, que han recibido ayudas públicas, pero que no fueron nacionalizadas. Las cuatro del grupo I -ahora del Estado- han superado la reforma laboral en sus planes de reducción de plantilla. Además, el comisario de Competencia, Joaquín Almunia, dejó claro que Bruselas no iba a exigir la aplicación de la reforma laboral.
La nacionalizada Bankia ha pactado con sus empleados unas condiciones mejores a las que prescribe la legislación vigente. Se contemplan indemnizaciones de 30 días por año trabajado y un tope máximo de 22 mensualidades. Además de jubilaciones anticipadas a partir de los 54 años. Banco de Valencia se propone hacer un ajuste similar. La clave para entender esta aparente contradicción es que lo que realmente quiere Bruselas es que se cumplan estrictamente los planes de reducción de costes anuales.
Por eso, en Bankia se ha optado por una fórmula que les permite mejorar las indemnizaciones al repartir los sacrificios entre los que se van y quienes se quedan. Estos últimos verán reducidos sus salarios significativamente. Con independencia de la negociación en cada entidad, tanto Bruselas como Madrid deben controlar que se cumpla la reforma financiera y que los contribuyentes no tengan que poner un euro más de lo comprometido.