Editoriales

Editorial: La corrupción aviva las tensiones

La bolsa española cayó un 3,77% ayer y la prima de riesgo escaló a 382 puntos. Son datos que indican un punto de inflexión hacia un cambio de tendencia a la baja. El caso Bárcenas finalmente ha saltado -como era de esperar y como estaban denunciando los empresarios- de la esfera del escándalo político a la órbita económica. La imagen de inestabilidad que produce la corrupción ha difuminado el espejismo de aparente tranquilidad en la UE. La quiebra de nuestra credibilidad convulsiona una vez más la economía europea y todo parece indicar que se reaviva la pesadilla. Rajoy, que tiene la responsabilidad de aclarar la situación en el menor tiempo posible por ser el presidente del Gobierno y del partido afectado por escándalo, sigue sin dar una explicación convincente sobre lo sucedido ni al Parlamento, ni a los medios informativos. El presidente del PP no desvela cómo actuará contra su extesorero, Luis Bárcenas, que tiene muchas posibilidades de salir indemne del enredo, si Hacienda finalmente no lo impide y encuentra argumentos sólidos para excluirle de la amnistía fiscal.

El presidente del Gobierno tampoco exige la dimisión de la ministra Mato por su supuesta relación con la trama Gürtel. La ministra de Sanidad no puede escudarse en que no sabe lo que sucedía en su casa, porque si es así no está capacitada para la tarea que le ha sido encomendada. En medio del descrédito más absoluto, ¿qué autoridad moral le queda a un Gobierno en entredicho para acometer las reformas todavía pendientes? La responsabilidad política se debe depurar con independencia de la responsabilidad penal. Rajoy no puede enrocarse en una inacción que perjudica a España y hará inevitable el rescate.

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