La pirámide de población española se ha invertido. Es más ancha por arriba -los de mayor edad- que por abajo -los niños-. Lo sostenible es lo contrario. No sólo seremos más viejos, sino que en los próximos años con menos nacimientos perderemos población. El INE es concluyente: en 2052 habrá un 10% menos de habitantes y el 37% será mayor de 64 años. Es un grave problema. Con estas perspectivas, el sistema de pensiones y en su conjunto el Estado de bienestar se vuelve insostenible; no hay gente joven para trabajar y hacer avanzar el país. El único paliativo, aunque insuficiente, será la inmigración. Lo inteligente es empezar a tomar medidas y prepararnos para el nuevo escenario demográfico antes de que sea tarde.