La Comisión Europea ha comenzado a realizar un exhaustivo análisis del sector energético en todos los Estados miembros, con el objetivo de corregir anomalías y crear un mercado lo más unificado posible. En España, Bruselas ya ha advertido al Gobierno para que ponga fin al desfase existente entre costes de producción e ingresos, que hasta la fecha ha generado un déficit de tarifa de 30.000 millones. La iniciativa comunitaria merece todo el apoyo, por cuanto persigue que todos los países jueguen con las mismas cartas. Además de poner orden en el ámbito europeo, mete presión al Gobierno español para que aplique la Ley del Sector Eléctrico, que exige la eliminación del déficit tarifario, un problema histórico que propiciará subidas de tarifas, pero que es necesario resolver definitivamente. Esta era también una de las recomendaciones del Consejo Europeo a España dentro del programa de reformas a implementar entre 2012 y 2013, que se introdujo como una de las condiciones d el Memorándum de Entendimiento para recibir el rescate financiero.
A cambio de cumplir este y los restantes requisitos del programa, se recibirían fondos europeos para los bancos. Se dijo a la firma del Memorándum que este dinero, que todavía no ha empezado a llegar, no engordaría ni el déficit ni la deuda española. Sin embargo, Bruselas parece haber cambiado de planteamiento, presionada por Alemania , a la que secundan Finlandia y Holanda. Ahora se considera que, en tanto no entre en vigor el MEDE (Mecanismo Europeo de Estabilidad) el préstamo lo recibe el Estado, no las entidades. No se entiende que se mantenga la condicionalidad de la ayuda y se audite a las eléctricas, cuando una de las partes cambia las condiciones inicialmente pactadas. Eso es saltarse las reglas del juego.