La subasta de ayer de letras del Tesoro pone de manifiesto el convencimiento de los inversores de que España solicitará el rescate a la UE. La emisión se saldó con una demanda alta -3.607 millones- y una bajada de la rentabilidad a niveles que no se conocían desde mayo -desde el 2,434 al 0,946, para 3 meses y del 3,691 al 2,026, para 6-. A pesar de la bajada, las letras españolas siguen siendo atractivas frente a los intereses negativos de Alemania y Francia. La tendencia continuará porque la deuda a corto tiene menos riesgo y porque con el rescate bajará aún más la rentabilidad de la deuda española. Una buena noticia, eclipsada por el agravamiento de la recesión y la solicitud de ayuda de Cataluña que hicieron subir ligeramente la prima de riesgo.