Hace días nadie lo hubiera podido imaginar: Irlanda lanza mañana una emisión de letras a tres meses por un total de 500 millones. Las decisiones de la cumbre de la UE la semana pasada empiezan a surtir efectos al romperse la relación entre los problemas bancarios y la deuda soberana. El país de Joyce recibirá el mismo trato que España, lo que significa que se desliga del Estado la ayuda al sistema financiero. Esta interrelación ahogaba a la República Irlandesa, que tenía cerrado el acceso a los mercados desde hace dos años y no preveía que se volvieran a abrirse hasta 2014. Pero los irlandeses han hecho hacer grandes sacrificios y la Eurozona ha cedido en sus rígidas posiciones iniciales, con un resultado que será bueno para ambas partes y un ejemplo para el resto.
