El Gobierno suprimirá las mancomunidades y mantendrá las diputaciones provinciales. La decisión no sorprende porque Mariano Rajoy nunca ocultó su preferencia por las diputaciones, pero este asunto se había convertido en un punto de fricción que ha retrasado la reforma del sector público de gran trascendencia política y económica. El Gobierno mantiene conversaciones con otros partidos, CCAA y municipios, pero seguirá adelante con el proyecto si no se alcanza un acuerdo. También se redefinirán las competencias de los distintos niveles de Administración, se suprimirán cargos públicos y se homogeneizarán salarios. Son muchas las resistencias contra esta reforma, lo cual pone de manifiesto su importancia y también lo necesaria que es.