Los inversores no quieren que pare la música que toca Ben Bernanke porque les asegura un mercado bursátil en el que no faltan los estímulos. El mercado consideró ayer un hecho, además de una buena noticia, que se vaya a alargar la operación twist, un programa de 400.000 millones de dólares para canjear deuda a corto plazo por deuda a largo. Hoy se determinará hasta cuándo se mantiene, y todo hace prever que se prolongue hasta las elecciones presidenciales de noviembre. Muchos hubiesen preferido que la Fed imprimiese más billetes -lo que denominan un QE3- pero la opción twist también hace de la bolsa una inversión más atractiva que una deuda que casi no renta. Ventajas de poder usar la política monetaria para hacer frente a la crisis.