La exportación era la única actividad, junto con el turismo, que resistía la crisis. Sin embargo, la recesión en seis países de la Eurozona y la caída del crecimiento en el resto -entre ellos Francia, nuestro principal cliente y Alemania, el segundo- se está dejando sentir en nuestras ventas al exterior. El Indicador Sintético de la Actividad Exportadora del cuarto trimestre de 2011 muestra una caída de 9 puntos, el primer resultado negativo desde junio de 2009. Lo peor es que este resultado indica no sólo lo que sucedió en el periodo referido sino cuales son las perspectivas de evolución de la cartera de pedidos de las empresas para el medio plazo. Un nuevo riesgo para la economía española, cuyo motor se puede gripar sin el tirón de las exportaciones.