Editoriales

Editorial: ¿Dónde estaba Rajoy?

Rajoy aprovechó una entrevista para salir al paso de las críticas a su ajuste. A modo de justificación, afirmó que él no se enteró del déficit hasta el 27 de diciembre. ¿Acaso estaba en Babia? A poco que se hubiese informado por la prensa -incluido este periódico, que lo denunció en portada-, el presidente se debería haber preparado ya para un desvío considerable de las cuentas públicas, tanto por las autonomías como por la Seguridad Social.

Este Gobierno trata de defender su alza del IRPF argumentando que la otra opción tributaria, la subida del IVA, hubiese animado el fraude y afectaría al consumo. Sin embargo, el IVA es la figura menos lesiva para la economía porque grava también los productos del exterior y por tanto no afecta a nuestra competitividad. ¿Y es que el IRPF no va a penalizar el consumo? En cuanto a la mayor carga fiscal sobre las rentas del capital, supone un varapalo para una banca que ha asegurado su liquidez a través de los depósitos, y éstos serán denostados en favor de una inversión en fondos que se podrá mantener hasta 2014. El enfado contra las medidas es generalizado justo entre los mayores respaldos al PP. Y ello tiene una lectura positiva y otra negativa. La mala es que Rajoy ha cedido ante Arenas, quien prefería ir contra las rentas más altas para facilitar su campaña. No es coincidencia que Rajoy haya confirmado que el próximo recorte será después de las andaluzas. Y esta supeditación es muy irresponsable. La buena es que Rajoy puede emplear este primer golpe a sus bases como el pretexto ideal para iniciar una ensalada de somantas a todos los sectores. Algo que sí puede ser muy beneficioso.

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