La intención del Gobierno de ampliar la tercera dosis de la vacuna a toda la población adulta responde a la preocupación de la UE por la evolución de la sexta ola.
España, uno de los países con mayor tasa de vacunación, no puede aflojar el pulso y debe seguir tomando las medidas necesarias para proteger a la población. Si no se hace así, podríamos afrontar nuevas restricciones y confinamientos como los que se ven ya en otros países europeos y que serían letales para muchas empresas ya asfixiadas. Especialmente urgente resulta la protección del auge del consumo en el arranque de 2022, con objeto de conservar el impulso ya garantizado para el Black Friday y la Navidad. La tercera dosis es necesaria para mantener la confianza y evitar más daños a la recuperación.